jueves, 26 de febrero de 2009

REGALO.

Me levanté ansiosa, sabía que este año el regalo no iba a ser un regalo cualquiera. Tenía otra vez la ilusión de cuando era más pequeña, digo más porque aun sigo siendo pequeña. Corría por el pasillo dispuesta a abrir la puerta del comedor y encontrarme con el tan esperado regalo. Abrí la puerta y un montón de regalos se amontonaban debajo del árbol. Empeze a buscar mi nombre. A ver.. ¿Ester? No encontraba ninguno a mi nombre. No podía ser, mis padres me prometieron un regalo que me encantaría. Volví a mirar ante la atenta mirada de mis padres y de mi hermano que sonreían descaradamente. Nada. No había ninguno para mi. Les pregunte que donde estaba ese regalo que me había prometido. Entonces sonó el timbre de la puerta. Me giré de repente, ¿Sería ese mi regalo? Con un gesto de mi padre entendí que debía ir a abrir. ¿Quién podía ser? A todo esto, yo iba en pijama y sin peinar. Me daba igual, estaba enfadada con el mundo porque no tenía regalo. Entonces abrí la puerta y no me hizo falta ni preguntar que quien era. Sus ojos azules le delataban. Que guapo es. Más guapo aun de lo que había podido imaginar. Me dijiste unas dulces palabras que sonaban a: " Buenos dias amor, yo soy tu regalo." No me pude contener las ganas de abrazarte y de besarte. Tu eras mi regalo, el mejor regalo que podría haber tenido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Valoración del minitexto