viernes, 31 de diciembre de 2010

NUEVO AÑO.

Propósitos, ilusiones, promesas. Sueños. Nuevos sueños se idean con cada principio de año. Sueños que ojalá se cumplieran. Nos alimentan, nos llenan. Si miramos atrás, los recuerdos nos invaden. Recuerdos de un año diferente al anterior. Con momentos mágicos, con momentos para olvidar. Un año repleto de personas, de detalles que nos lo harán recordar siempre. Porque cada año de nuestra vida es importante, necesario para crecer. Para continuar por ese sendero por el que estamos andando y por el que a veces nos gustaría correr, o detenernos. Como cuando nos dan un beso, nos abrazan y nos sentimos la persona más feliz del mundo. Pero es necesario seguir, llegar a las diferentes metas que nos planteamos. Porque eso es la vida. Da la mano a aquellas persona que te demuestran que nunca te soltarán, sé feliz y sonríe, así será más fácil seguir por la senda del 2011, por la senda del nuevo año


Muchas gracias a Eva por sus palabras y por proponerme este nuevo texto. FELIZ AÑO 2011 a todos!!

jueves, 18 de noviembre de 2010

Duermo.

Mientras duermes, estoy a tu lado. Te observo, te abrazo. Te susurro que te quiero, sé que me escuchas. Que lo sientes. Mientras duermes imagino que sueñas conmigo, con lo nuestro. Y te vuelvo a abrazar. Respiro tu aroma, tus silencios. Sonrío y te beso. Te acaricio, te miro. Mientras duermes te sigo queriendo. Te amo con cada suspiro. Toco tus manos, tus hombros, tu cara. Deslizo mis dedos por la suavidad de tu piel. Recorriéndote. Llegando a la conclusión de que mientras tú duermes, yo también duermo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

NUEVO BLOG

Hola a todos y mil gracias por vuestros comentarios y vuestro seguimientos. Espero que pronto pueda subir más mini-textos. Mientras, os invito a conocer mi nuevo blog titulado PENSAMIENTOS ENTRE PALABRAS en el que escribiré de todo un poco, dejando a un lado mis mini-textos.

Gracias y que os vaya todo genial!

martes, 26 de octubre de 2010

Premio Blog del Día. Mil gracias.

"Sentimientos entre palabras" ha sido premiado como Blog del día 26 de Octubre de 2010. Adjunto el link con la entrevista :) Muchísimas gracias


http://www.blogdeldia.org/2010/10/sentimientos-entre-palabras/

lunes, 25 de octubre de 2010

AMIGA.

Una gran amiga es mucho más que eso, es una compañera de juegos, de peleas, de ropa... Una gran amiga es alguien con quien compartir secretos, sentimientos, momentos y susurros. Es un hombro donde llorar, un abrazo permanente y sonrisas verdaderas. Es intimidad, complicidad, confianza. Es todo aquello que te hace feliz. Una gran amiga también es aquella que nunca te falla, que nunca se va de tu lado aunque estéis en la distancia. Una gran amiga es aquella que deja impregnada su esencia sin pedir nada a cambio. Y tú eres una gran amiga, esa gran amiga que todos querrían tener y que yo, sin buscarlo, tengo la suerte de tenerla. Porque tú eres eso, un tesoro que nunca saldrá de mi corazón.

martes, 19 de octubre de 2010

VIVIR.

Cierra los ojos y durante un instante piensa en lo bueno que tienes, en esas personas que hacen que tu vida tenga sentido. Piensa en lo que has vivido e imagina lo que te queda por vivir. Sonríe por ser quién eres y olvida todo lo que un día te hizo llorar. Porque no merece la pena sufrir, nadie tiene derecho a borrarte la sonrisa. Disfruta de aquellos que te quieren y te apoyan, que te abrazan cuando más lo necesitas y que siempre están ahí. O allí. No importa la distancia. Importan las palabras, los hechos, los momentos vividos junto a ellos. Importa cada segundo de felicidad que te han aportado. Porque tú eres importante, único/a y debes aprovechar cada minuto de tu vida. Y si es junto a esas personas, solo te queda darles las gracias y sonreir. 

miércoles, 29 de septiembre de 2010

PRECIOSO.

Lo que te hace sentir una persona que te quiere es increíble, pero ver como sonríe, como es feliz al demostrarle que tú también, es precioso

REGALO.

No puedo describir lo que siento ahora mismo, las lágrimas lo hacen mejor que yo. No lloro de pena, no estoy triste. Sonrío entre lágrimas. Estoy feliz. Los ojos me brillan, mi corazón late deprisa. Tengo el mejor regalo del mundo. El más bonito, el más significativo. El regalo que siempre soñé, el que siempre deseé. Envuelto de palabras, de momentos, de cada uno de los besos. De cada uno de los suspiros, de los susurros, de las caricias. Envuelto con el papel más bonito y brillante que jamás podré ver. Mi regalo es especial, único. El que siempre querré. Mi regalo es tu amor. Mi regalo eres tú. Y para ser feliz, mi vida, solo te necesito a ti

miércoles, 7 de julio de 2010

ROJA.

NOTA: Me salgo un poco de la temática habitual, pero voy a dedicar un texto a España en el mundial, porque gane o no, nos ha ilusionado a todos.

Siempre recordaremos el siete de Julio del 2010 como el día en el que España por fin jugó una semifinal en el Mundial. Como el día en el que el país y todo aquellos que se sienten españoles, cuelgan banderas en sus casas, se pintan la cara de rojo y amarillo, visten una camiseta distintiva y cantan el "Waka Waka" a todas horas. El día en el que nos hubiera gustado estar en Durban para apoyarles contra Alemania. Tocando vuvuzelas, haciendo la ola, tarareando el himno. Porque España es más España que nunca en los partidos del mundial. Porque en bares, casas, calles, se escuchan gritos de alegría cada vez que el guaje Villa marca un gol o cuando Casillas para otro. Porque todos somos entrenadores, reporteros y apostamos por el resultado ganador. Porque el Jabulani cada vez nos gusta más y saltamos. Reímos. Nos ilusionamos en cada partido de los nuestros. Gritamos "uuuuuy", resoplamos y nos echamos las manos a la cabeza cuando fallan un gol. Porque más de diez millones de personas se unen por unas horas por la selección española. Y sobretodo, porque nadie nos quita la ilusión ni los nervios que hemos pasado hasta llegar aquí: a una semifinal histórica en la que pase lo que pase, todos somos la roja, todos somos la selección española.

viernes, 25 de junio de 2010

PISCINA.



Sumergida bajo el agua, agita manos y pies buscando la piedra que su padre le tiró y que sirve por un tiempo de distracción.Más a la derecha un grupo de niñas intenta escapar de aquellos que con ahogadillas les quieren molestar. En la orilla, un bebe se moja las piernas, riéndo y disfrutando de las gotitas que salpican. En el césped, tres adolescentes toman el sol, ojeando alguna revista y cotilleando sobre los últimos movimientos de los socorristas. Al fondo, un camarero argentino intenta ligar con una bonita sonrisa mientras dos chicas se comen un helado de manera sugerente. Se mezclan gritos advirtiendo a sus hijos de que si corren se pueden caer con diferentes tipos de música. A una señora le parece que el agua está demasiado fria, o al menos es lo que en su cara se puede apreciar. Al lado de ella unos chicos quieren impresionar a sus ligues con unos saltos un tanto arriesgados. Otros, prefieren leer en su toalla y evadirse de donde están mientras su piel se broncea un poco más en aquella piscina. Una piscina de verano, de vacaciones. De la que se podrían escribir mil historias, mil anécdotas y la que nos hace un poco más felicies solo por el simple hecho de ser eso: una piscina.

domingo, 6 de junio de 2010

VERANO.

Un día te levantas y la habitación está llena de rayos de sol. El cielo es azul y algunas nubes muy blancas se sientan sobre él. La música regala notas alegres, invitándote a bailar. Y bailas. Sola. Invisible. Sin coreografía. Divirtiéndote a primera hora de la mañana. Como si te esperase un gran día. Uno diferente. Uno de esos para guardar, para escribir, para dibujar. Y te pones tu mejor ropa, deseando que ayude. Y sales a la calle, sonriendo. Pensando en lo bueno que tienes y olvidando lo peor. Agradeciendo el calor y el aire que, de vez en cuando, te saludo. Y entonces lo sabes. Sabes que ya es verano. Que llegó el tiempo de piscina, de playa, de leer por placer, de fiesta, de amigos, de enamorarse. El verano de escuchar música, de dormir sin despertador, de tomar el sol. El verano que deseabas y que te merecías. Pero, sobretodo, un verano especial y diferente gracias a aquellas personas que con una sonrisa, unas palabras o un abrazo hacen que cada día de tu vida sea un día para recordar.

martes, 1 de junio de 2010

COLORES.

Es fascinante poseer un folio en blanco. Vacío. Y dibujar en él. Líneas improvisadas. Ideas plasmadas. Deseos a lápiz. Un paisaje. Una niña. Unas flores. Y dejar caer sobre la mesa el montón de lapiceros de colores. De rojo las amapolas, y los labios de ella, montada sobre su pequeña bicicleta multicolor. De amarillo su pelo, largo y el sol, con ojos, nariz y boca. De azul la mirada alegre de ella, y el cielo, y sus zapatos. De verde la hierba, la camiseta y los pendientes curiosamente puestos sobre la melena rubia. De morado los pantalones y de marrón las montañas. Fantasía coloreada. Un dibujo que recuerda a los que regalaba de pequeña. Y lo sigo haciendo. Sigo pintando de alegres colores lo que de niña imaginaba que era la vida perfecta. Sin tecnología, con flores y entre naturaleza. Un papel ahora vistoso y colorido que permite, por unos momentos, que aprecie cada trazo pensando en lo bonita que es la vida cuando la pintamos nosotros mismos.

viernes, 21 de mayo de 2010

TORNADO

PD: Gracias a Alicia por la palabra.

Puede que un día todo se pare. Que la tierra decida no moverse más. Que el sol deje de calentar o que lo haga con mucha intensidad. Que un tornado arrase con árboles, casas, coches, personas. Con la vida. Con la de cada uno de nosotros. Que nos colemos por ese embudo mortífero y no respiremos más. Acabando así con ilusiones, miedos, propósitos, promesas. Con nuestra existencia. Rompiendo el reloj, el tiempo. Obligándonos a terminar todo aquello que un día empezamos. Sin darnos la oportunidad de empezar lo que siempre deseamos. Un ¡chás! y el corazón se pararía. Al igual que cerramos una caja de música cuando no queremos escuchar más. O cerramos un libro si nos entra sueño. Pero no terminamos con lo que ya existe. No se puede borrar del pasado lo que ya tenemos, lo que hemos sentido, vivido. Por eso, si mi corazón se para. Si dejo de respirar, mi amor por ti seguirá. Porque no solo existe lo que está en el presente, sino cada uno de los instantes en los que mi corazón ha palpitado por ti. En los que he reído pensando en ti. En los que he sido feliz gracias a ti.

martes, 18 de mayo de 2010

PEQUEÑA.

-¿Cuándo celebramos tu cumpleaños?
-¿Para qué?¿No quiero regalos?
-Solo uno.
-Pasar todo el tiempo que pueda contigo y olvidarme de lo demás.
-Lo tendrás.
-Y, ¿después? Soy demasiado pequeña como para andar sola, pienso demasiado en ti como para no distraerme.
-Yo cuidaré de ti. Estoy contigo, ¿no lo notas?
-Noto como mi corazón se acelera, como mis ojos se humedecen y como vuelvo a sentir esa necesidad de tenerte.
-Cierra los ojos.
-Ya.
-Te estoy abrazando. Mis manos te acarician. No tienes que tener miedo.
- Te quiero muchísimo, no me dejes nunca.
- Ya sabes que nunca lo haré. Te amo.

jueves, 13 de mayo de 2010

OLIVA.

NOTA: Gracias a Iara por la palabra ;)

¿Alguna vez has necesitado desconectar de todo? Tumbarte en el césped o en la arena, cerrar los ojos y relajarte. Sin reloj. Sin prisas. Sin saber el día, el momento, la época en la que vives. Yo sí, y por eso estoy aquí. Bajo un olivo, apoyando mi cabeza sobre una improvisada almohada hecha con mi chaqueta. Descalza. Sintiendo un cosquilleo producido por la hierba. Natural. Verde. Brillante. En su justa medida todo y que ningún jardinero ha llegado hasta aquí. El sol no quema, no molesta. Cubre todo mi cuerpo, dándole un tono más dorado. El pelo parece más castaño. Las manos están relajadas. Respiro profundamente. Soltando el aire poco a poco. Una brisa me acompaña de vez en cuando, dándome un pequeño capricho. Regalándome un bienestar necesario. No tengo nada en mi cabeza. En mi mente. Solo disfruto. Apenas me muevo. Una oliva cae cerca del ombligo, casi se introduce en él. Como si el olivo tuviese ganas de jugar. Y la cojo y la ruedo por mi piel. Por los brazos, por la tripa, por el pecho. Despacio. Suavemente. Apreciando cada instante. Hasta que se pone el sol y decide quitarme este momento. Y me guardo la oliva, simple y pequeña, como recuerdo de unas horas en las que la naturaleza me ha regalado, sin pedir nada a cambio, una tarde de felicidad y relax indescriptible.

miércoles, 5 de mayo de 2010

MIEL.

Ocho de la tarde. Estás a punto de llegar y espero ansiosa escuchar el ruido de las llaves cinco segundos antes de que abras la puerta. Que me encuentres tras ella y me abraces fuerte, demostrándome que nunca me dejarás. He comprado miel. Dulce. Viscosa. Y que puede dar tanto juego...como aquella vez en la que te preparaba un café con ella. La dejaba caer, despacio, observando como resbalaba de la cuchara y se hundía en un mundo oscuro. Concentrándose en el fondo de la taza. Me manché los dedos al hacerlo. Te miré provocativa y me metí uno de ellos a la boca. Suavemente. Saboreando ese pequeño placer, buscando otro que aún me gusta más. Te acercaste a mí. Tú también querías probarla. Cogiste un poco y la pusiste justo debajo de mi boca. Tus ojos claros no dejaban de mirarme. Acercaste tu boca a la mía y con la lengua quitaste la miel. Nos desnudábamos entre dulces y sugerentes besos. Nos untamos de miel. Nos chupábamos. Nos saboreábamos mutuamente. Disfrutábamos de cada movimiento, de cada acción. Dejándonos poseer por los cinco sentidos. Placer goloso. Éxtasis deseado, compartido. Sexo. Sexo contigo. ¿Que más puedo decir si lo único que me importa es que seas tú? Que seas tú el que me hace sentir deseada. Sentirme tuya. Sentirte a ti dentro de mí. Unirnos para siempre. Disfrutar juntos. Del    sexo o de la vida. Junto a ti, es lo único que me importa. ¿Qué más puedo decir?

martes, 4 de mayo de 2010

PLAYA.

Paseábamos por la playa, de la mano. Estaba nerviosa e ilusionada. Había mucha gente, era verano y no había forma mejor de deshacerse por unos instantes de la calor. Me besabas. Te besaba. Nos mirábamos y nos regalábamos palabras sinceras. El sol nos iluminaba, hacía que tus ojos brillasen de una forma preciosa. Te acariciaba las manos mientras los últimos rastros de ola nos mojaban los pies. Uf, estaba muy feliz. Lo estábamos los dos. Nos reíamos, nos mirábamos cómplices, disfrutando de cada momento, cada pequeño gesto. Me compraste una de esas pulseras que según dicen son del amor sabiendo que no por eso nos vamos a querer más, pero era tan bonita y tú tan perfecto que pensaste que en mi muñeca estaba su sitio. Y pasamos el tiempo así, paseando. Hasta que llegamos al hotel. ¿Estábamos preparados? Tú decías que no era el momento, yo insistía. Los dos queríamos, los dos lo deseábamos. Y te tumbaste en la cama. Yo te levanté la camiseta, te miraba a los ojos. Dejé mi cuerpo sobre el tuyo. Te besaba, me movía. Despacio. Cada vez menos, cada vez más deprisa. No dejaba de mirarte. De preguntarte con mis ojos que es lo que debía de hacer. Te besaba el cuello, los labios, tu pecho. Nos teníamos ganas y tú me enseñaste, me demostraste, me ayudaste a descubrir otra forma de querernos.

lunes, 3 de mayo de 2010

SALA.

Sabía que estaba soñando. No me preguntes el por qué pero lo sabía. Incluso tenía esa sensación de que en cualquier momento sonaría la alarma del móvil anunciando que debo vivir la realidad. Y no una triste realidad. Estaba en una sala enorme. ¿Te lo imaginas? No creo, era mucho más grande de lo que yo misma recuerdo. A los lados había estanterías llenas de libros parecidos a los tomos de enciclopedias. Aunque había de todo. Desde libros finísimos que se perdían y se descolocaban fácilmente hasta unos más grandes que toda la enciclopedia junta. Era una sala iluminada. El suelo estaba brillante y cambiaba de color al compás de cada estantería. Estaba sola pero sabía qué era lo que tenía que hacer allí. Todos esos volúmenes recogían la vida de todas y cada una de las personas que nacieron en la tierra. ¿Cuántos billones de libros habría? ¿Apostamos? Yo era una privilegiada por estar ahí. Cuántas cosas podía descubrir. ¿Qué crees que hice? Busqué tu libro y el mío. Nuestras vidas. Pero no para curiosear. Los libros estaban ordenados alfabéticamente, y no fue para nada tarea fácil encontrarlos. Además, el tiempo pasaba y me despertaría en cualquier instante. En cada momento pensaba en lo que te quería y en lo que me gustaría disfrutar de ese sitio contigo. Grandes personajes de la historia tenían su vida metida en unas cuantas páginas. Miles tal vez. Pero unas cuantas si las comparamos con todas. Tu libro y el mío aún no estaban terminados y tenían muchas hojas en blanco. Algo me sorprendío. ¿Adivinas el qué? En tu libro, a partir del tres de noviembre de dos mil ocho las letras se iban desvaneciendo hasta estar las páginas vacias. Nada de tu vida. Sin embargo, en el mío aparecía la tuya. Las dos juntas en mi libro, ¿Por qué? ¿De verdad no lo sabes? Amor, sí que lo sabes. Ahora mi vida eres tú.

sábado, 1 de mayo de 2010

TEXTO.

A veces me apetece escribir, recordarte una vez más que estoy enamorada de ti. Cojo un papel, un bolígrafo y pienso en la primera palabra. Me quedo en blanco. No sé que poner, por donde empezar. Qué repetir y en qué ser original. Y dibujo corazones y garabatos por los márgenes. Muerdo el boli, doy golpecitos a la mesa con él. Suspiro. Enredo mechones de pelo entre mis dedos. Pienso en ti. Cierro los ojos. Otro suspiro. No estoy forzandome a escribir. Tengo la cabeza llena de pensamientos y el corazón lleno de sentimientos. Vuelvo a cerrar los ojos. Una lágrima cae. Te imagino junto a mi, apartando mi pelo y besandome el cuello. Susurrandome palabras que me animan, que me emocionan. Y pongo las primeras letras, entre lágrimas. Entre melancolía y felicidad. Escribo para ti. Por ti. Cada letra de cada palabra de cada texto. Mi otra forma de demostrarte lo que siento, lo que pienso. Pequeños regalos encerrados en hojas. En internet. En mi. Y que quiero entregarte para que nunca olvides todo lo que te quiero. Todo lo que nunca dejaré de sentir, de decir. Porque lo eres todo y te mereces más. Mucho más. Por eso siempre te regalaré mis sentimientos entre palabras.

jueves, 22 de abril de 2010

LOCA.

Pasea por la calle. Sin un destino fijado. Sin el sentido del tiempo. Con la mirada perdida y el móvil apagado. La gente le adelanta, le pide paso y le dan las gracias. Una medio sonrisa sirve para responderles. No tiene hambre, ni sueño, ni sed. Solo él en su cabeza. Y no consigue, ni quiere, desvanecer la ganas de él. Sigue andando. No para. No piensa. Apenas pesatañea. Él. Una y ota vez. Su cara. Sus ojos. Su sonrisa. Su voz. Su olor. Sus besos. Sus te quiero. No se le van de la cabeza. Cierra los ojos y le imagina. Imagina todo eso. A su alrededor deben pensar que está loca. Y no se equivocan. Es más, le encantaría gritarlo en medio de la calle. Llamar la atención de todos. Que le escuchen, que se rían si les apetece. No solo quiere que lo piensen, quiere demostrarselo. Quiere que sepan que sí que está loca. Loca por él.

lunes, 19 de abril de 2010

PARQUE.

Despeinada, con un solo calcetín y en pijama ando por la casa. Me encuentro la bañera llena de espuma y se escucha música de "Russian Red" que tanto me gusta. Sobre el taburete hay un regalo y un papel indicándome que lo abra después del baño. Me envuelve la curiosidad. Disfruto del agua caliente, del aroma que posee a las cuatro paredes . Aprieto la esponja y dejo que el jabón caiga por todo mi cuerpo. Cierro los ojos y solo pienso en ti. Me seco apresuradamente y desenvuelvo lo que contiene el papel brillante. Se me escapa un carcajada al ver un conjunto de lencería rosa bastante sugerente. Me lo pongo mientras me observo en el espejo. De perfil. Izquierdo. Derecho. De espaldas. Parece que me queda bien. Luego voy a la habitación y me encuentro con otro regalo. Es un vestido precioso. Escote en uve. El largo es perfecto, veinte centímetros por encima de las rodillas. Entonces apareces tú. Sonriendo. Me miras de arriba a abajo, se te escapa un "guau" y me besas. Me coges de la mano, y me invitas a salir. Protesto, ni siquiera me he peinado. Pero me callas con un beso y salimos. Te pregunto a dónde me llevas. Una y otra vez. Me vuelvo pesada, sin embargo, no dices nada. Es una sorpresa. Llegamos a un parque. Y en una de esas mesas de picnic nos espera el desayuno. Hay algo envuelto del mismo papel brillante que contenía mi nuevo conjunto de ropa interior. Me invitas a abrirlo. Sorprendida con todo lo que esta pasando, lo abro y me tiemblan un poco las manos. Es un libro. Se titula "Los Mini-Textos de Ester". No me lo puedo creer. Contiene trescientos once textos. Tres. Once. Nuestra fecha. Mis textos. Te miro con los ojos brillantes. Te beso. Te beso y te digo que te quiero muchas veces. Te doy las gracias otras tantas. Y lo abro. Está dedicado: "No encontré mejor forma de darte las gracias por cada uno de ellos. Gracias amor." No sé que decir y lo sabes. Por eso me abrazas, me besas y me recuerdas que siempre estarás junto a mí.

sábado, 17 de abril de 2010

ALMOHADA.


Me quedo boca abajo, en la cama. Recordando tus últimas palabras. ¿Cómo me puede emocionar tantas veces? Ya sé que me quieres y que soy tu chica. Tu vida y tu niña. Que mañana tendré más dosis de ti. Que puedo leer tus mensajes, ver tus fotos y reproducir tu voz. Puedo imaginarte, soñarte, desearte, anhelarte, echarte de menos. Puedo pasarme el día entero pensando en ti. Pero quiero más. Quiero besarte, tocarte, acariciarte, probarte, lamerte, abrazarte, sentirte, mirarte. Vivir a tu lado. Dormirme cada noche escuchando tu respiración, encontrarte bajo las sabanas, y no tener que soñar que me abrazas mientras compartimos almohada.

jueves, 15 de abril de 2010

MUÑECA.

"¿Cuál es tu sueño?" Estaba escrito en un papel, de color azul y en mayúsculas, esperando respuesta.Permanecía en la mesa desde que lo encontró ahí. Intacto. Ni siquiera le había dado la vuelta para asegurarse de que no había nada más. Sabía que no. Y aunque también sabía la respuesta no la escribía. Se sentaba en la silla y lo observaba. Era un simple papel, roto y desigual. De la primera hoja en blanco que él encontrase. Pensaba en sí verdaderamente era necesario contestar a la pregunta. Escuchaba música romántica y soñaba despierta. ¿Tan díficil es responder?, se decía a sí misma. Y no lo era. La primera vez que lo leyó tenía tan claro cuál es sueño que se dió la vuelta y le llamó. No mencionó nada respecto a lo que se encontró. No hacia falta. Quedó con él y le besó. Después, sin decir nada más volvió a casa. La pregunta seguía sobre la mesa. A él no le sorprendió su reacción. Ella es así. Durante cinco días estuvo pensando en la respuesta. En cómo decirsela. Le volvio a llamar y quedaron de nuevo. Ella se le acercó y se lo susurró y él, sonriendo, sin pensarselo, se apartó un poco la manga de la chaqueta y le enseñó la muñeca. En ella tenía escrito: "Mi sueño también eres tú".

ESTRELLA.











Sentados en el sofá, envueltos con una manta y viendo una película. Así es cómo empezó el final de la noche. Una noche especial pero rutinaria a la vez, ya que todos los días 3 hacíamos lo mismo. Nuestro feliz día 3. Cena preparada por alguno de los mejores restaurantes de la ciudad, comedia romántica y jacuzzi. En la cena siempre nos regalamos cualquier cosa y en ésta no iba a ser menos. Cada mes, desde hace varios años nos intercambiábamos regalos y me encantaba. Me encanta, porque lo seguimos haciendo. Puede parecer que después de tantos detalles y tantos meses, al final no causase la misma emoción. Pero al contrario, esperamos desenvolverlos con aún más ganas que unos niños el día de navidad. Sus regalos son sorprendentes e inesperados. Desde un ramo de rosas hasta una estrella. Sí, una estrella del gran firmamento. No es la más grande, ni la que más brilla. Ni tampoco tiene un pasado interesante. Y por eso mismo esa estrella ahora es mía. Para que sea testigo de nuestra vida juntos. La he llamado "tres"; sin embargo, es la primera y la única. Pero con ese nombre le pongo un candado a nuestra historia de amor. Esa estrella en un motivo más para demostrarme que me quiere, que nos queremos. Aunque eso lo demuestra regalándome día a día, algo tan simple y bonito como un beso, una caricia o un te quiero.



sábado, 10 de abril de 2010

DESAYUNO.



Abro los ojos y por un momento imagino que estas a mi lado, que me apartas el pelo y me das el primer beso del día. Que no me dejas irme de la cama y me atrapas entre tus piernas para que no me escape. Hasta que me dejo hacer y caigo en tus redes. Por enésima vez. Nos duchamos y de la mano salimos a desayunar. Notamos el aire fresco de la mañana y hablamos de cualquier cosa hasta que llegamos. Antes de entrar me das un beso, inesperado. Nos sentamos y esperamos a que un camarero, aún con cara de sueño, nos atienda. Esta vez te toca elegir a ti. Uno enfrente del otro. Te sonrío. Te quedas mirándome. ¿Qué?, te pregunto aunque ya sé lo que me vas a decir: que soy preciosa, aunque solo tú lo pienses. Y te discuto y me das un beso interrumpido por la bandeja con las tazas y los platitos. Nos reimos y el camarero nos acompaña pidiendo perdon por llegar en ese momento. Planeamos que cuadro iría mejor para el hueco entre el muebe del comedor y la puerta. Comemos. Silencio. Complicidad con la mirada. Te ries. ¿Me he manchado?, te digo mientras busco una servilleta. Niegas con la cabeza hasta que dices: No, pero soy muy feliz de tenerte conmigo. Por eso me río, porque soy feliz. Y un escalofrío me recorre el cuerpo. Te miro fijamente con los ojos brillantes. Por unos instantes no se que decirte. Pienso en que tu también me haces feliz a mí y que con cosas como esa haces que lo sea aún más. Se me pasan les de sentimientos por la cabeza pero hay uno que las resume muy bien. Uno que has escuchado y leído miles de veces. Y que cada vez supera a la anterior. Y te lo digo, despacio, sientiendo cada letra: TE AMO CIELO.

domingo, 31 de enero de 2010

VERDAD.

Verdad es que te quiero. Que te amo, que te adoro. Que todo lo que te digo lo siento. Verdad es que me muero por estar contigo. Tan verdad como que lloro y me emociono al pensar en nosotros. Verdad es que estoy enamorada de ti. Y de todo lo que tienes y me das. Verdad es nuestro amor, que lo vivo día a día y cada vez me gusta más. Como tú, porque es verdad que cada minuto que pasa me enamoro un poquito más de ti. Verdad es que te echo de menos cuando no estas y deseo que vuelvas para repetirte que te quiero. Te quiero. Es verdad. Es verdad que estoy deseando besarte y mirarte a los ojos. Y observarte mientras un escalofrio me recorre el cuerpo.Verdad es que me encantará pasar el resto de mi vida contigo. Y despertarme y buscarte con las manos la cara para darte un beso de buenos días. Y otro. Y otro más. Porque nunca me cansaré de besarte. Verdad es que eres el chico más maravilloso del mundo y te necesito. Y verdad es que gracias a ti soy tan feliz.

AGENDA.


Esas letras grandes, escritas con rosa fosforito recordaban en una página de mi agenda que faltaban pocas horas para cumplir un año más. Dieciséis años deseados, esperados y sobretodo, necesarios para seguir cumpliendo. Como cada año, diferente y especial, y más aún si la primera persona que te felicita te ama. Y te lo demuestra cada día, en cada momento y en cada palabra. Y en el día de mi cumpleaños, en cada regalo. Llenos de cariño y una dosis de felicidad que se trasmite de forma asombrosa. Un vídeo con una canción bonita como la que más, al que horas de dedicación le dan ese toque único. Felicitaciones de todas las maneras posibles y una sorpresa. Un increíble y precioso ramos de rosas rojas esperándome en manos de un profesor cotilla. Doce motivos más para agrandar todos mis sentimientos. Para demostrar todo lo que nos decimos. Para seguir soñanado, imaginando y disfrutando. Para aumentar mis ganas de ti. Y por encima de eso, para sentirme muy especial gracias a un chico maravilloso que cada día me enamora más.

QUÉ.


¿Qué me dices si te digo que te echo de menos?

Que te necesito conmigo. Y que me emociono al pensar que te beso, te abrazo y te susurro que te amo.

¿Qué me dices si te digo que estoy llorando?

Que mis lágrimas caen. Lágrimas con te quieros mojados, sinceros y únicos.

¿Qué me dices si te digo que te necesito?

Que te necesito siempre. Cada segundo. Porque te estaría besando cada uno de ellos. ¿Te lo imaginas?

¿Qué me dices si te digo que quiero pasar el resto de mi vida contigo?

Que me despierte, desayune, coma, ria, respire, ande, meriende, duche, cene, escriba, piense, compre, sueñe, viva sabiendo que estas conmigo.

¿Qué me dices si te digo que tú eres mi vida?

Ojalá todas las respuestas me las dijeses estando al lado mia y mirando como mis ojos brillan y como yo estoy feliz.

APETECE:

Me apetece tumbarme sobre ti, besarte y permanecer así un rato, o toda la vida si pudiéramos. Intercalando besos y palabras. Y suspiros. Y silencios. Sintiéndote conmigo. Me apetece cogerte de las manos y jugar con ellas mientras te hablo y me rio. O te hago reír a ti. Me apetece hacerte rabiar, que me llames tontita. Y que luego sea yo la que te llame tontito a ti. Me apetece preguntarte cuanto me quieres aunque me lo repitas continuamente. Y decirte que yo te quiero más. Me apetece chuparte y morderte. Ponerte nervioso. Tocarte. Hacer el amor y llenarme de ti. Bañarnos juntos y volverlo a hacer. Quiero abrazarte y pensar en ese momento, que nunca te soltaré. Ni que tú me soltarás. Porque siempre estaré abrazándote. Con mis palabras. O con mis brazos. Pero siempre cogida a ti. Para no dejarte escapar. Me apetece también escuchar tu corazón y acariciarte mientras cierro los ojos. Me apetece llorar de felicidad y que me seques las lágrimas cuidadosamente. Me apetece mirarte a los ojos y decirte que te amo. Me apeteces tú. Y cuando digo eso, también incluye todo lo anterior.

BESAR.

Si besar fuera lo único que me apeteciera, besaría a cualquiera. Pero no es sólo besar los primeros labios desesperados que se pongan a mi alcance. Es besar los tuyos y decir te quiero entre suspiro y suspiro. Sueño con ello a menudo. Despierta y dormida. Mientras hablo contigo y mientras te pienso. También es abrazarte. Y acariciarte. Formar con mis dedos una línea invisible que te cubra por completo. Cogerte la mano para guiarla hasta aquellos rincones de mí que nunca nadie antes había llegado y plantar un beso, igual que plantaron una bandera la primera vez que llegaron a la Luna. Ese beso como entrante. El primer y segundo plato, al igual que el postre es a tu elección. E invita la casa. Como siempre lo hará. Entrada libre, pero sólo para ti. Todos los días del año. Y todos los años de tu vida. Por lo tanto, también de la mía. Ningún contra, todo pros. ¿Cuáles? Ya los sabes. Yo te amo. No hay nada más bonito que un beso de tu enamorada para empezar. Luego bajas por el cuello hasta escalar las dos montañas de la anatomía humana femenina. Y en los picos encuentras, ayudado por tus manos, las primeras llaves para conseguir lo que te has propuesto. Sigues descubriendo con tu boca. Besando la carretera hasta la fuente deseada. Y un pequeño hoyo, marca común en todos y según dicen, cicatriz, se llena de tu saliva. Nada te frena. Ni siquiera mis manos buscando algo tuyo. Me dejas hacer y tú continúas bajando. Tampoco hay ropa que impida tu búsqueda. Ya estas a punto de llegar. Tus ganas aumentan con cada beso y con cada roce de mis manos tocando eso que los dos sabemos. Te miro a los ojos. Deseo y amor. Siempre todo con amor, aunque esta vez el deseo le supera. Me relamo. Te lamo. Tú me acompañas. Estas a punto de llegar, de besar otros labios y de llenarte de la fuente que tanto tiempo te esperaba. Que esperabas. Disfruto. Y tú, disfruta, es mi primera vez. La primera de todas las que nos quedan. Un momento, ¿Me perdonas? Si, perdona, te he mentido. Todo esto sí que tiene un contra. El mismo que tantas veces me ha hecho emocionarme. Llorar. Y es que nada de eso ha pasado. Y lo espero ansiosa. Me muero por que pase. Te quiero besar. Y con eso me refiero a todo lo anterior. Cariño, te lo pido, bésame. Haz que se haga realidad. Que no tenga que imaginar sino que disfrutemos haciéndolo. Convierte un sueño en un recuerdo que superemos al día siguiente. Y es que ya te lo he dicho antes, todos los días del año. Todos los días de tu vida y por lo tanto, también de la mía.

SITIO.

-Gracias por estar aqui.
-¿Dónde? ¿En tu cama?
- No, en mi vida.
- Bueno, no podría estar en ningún sitio mejor.
-Te amo cielo
-Te amo cariño

CENICERO.

bres el cenicero del coche y lo utilizas como una improvisada papelera para los envoltorios de dos chicles sabor melocotón. El número veintiuno del famoso ranquin de la radio nos acompaña como banda sonora del momento. Por la ventanilla se observan vidas heterogéneas dirigiéndose a alguna parte y vagabundos que en la calle encuentra su único sitio. Te giras, me observas a mí. Se te escapa una sonrisilla y yo pienso en lo que se te pasa por la cabeza mientras sigo atenta a la carretera. Me apetece besarte y ansío un semáforo en rojo pero tú, ansioso también de un beso, te adelantas con uno en la mejilla. Los dos sabemos que nos apetece algo más, tu mano es un claro ejemplo. Recorre mis piernas e incluso se atreve a meterse entre mi falda. Por un instante olvido que estoy al volante y me dejo llevar. Notas como se va humedeciendo mi ropa interior. Nos tenemos ganas. Tantas que pararía el coche aquí mismo, rodeados de casas, farolas, peatones y ruido. Pero no, no podemos. Los dos lo sabemos y me vuelves a besar. Lo haces intuitivamente, como perdonándome algo en lo que no hay culpables. Nuestro deseo continuo es la razón y nada más. Nos encanta saborearnos, llenarnos el uno del otro y fundirnos en una única cosa a la que, sin ninguna duda, la llamaría amor. Durante un rato nos quedamos callados. El silencio habla. Habla de todo aquello que ya hemos dicho antes. Pero yo me atrevo a romperlo con un claro y conciso te quiero. Te pilla de improviso. Ya lo sabías, centenares de miles de repeticiones han dado sus frutos. Pero no te lo esperabas, tenías la mirada perdida en la carretera. Ni siquiera escuchas la canción que tantas otras veces has canturreado. Y cuando procesas lo que te he dicho, me vuelves a mirar y confirmo lo que ya sabía y lo que me encanta confirmar. Que tu también a mí, aunque un poquito menos. Sí, menos. Aunque sabemos que no. Que nos amamos en la misma medida. Con las mismas ganas, con los mismos deseos e ilusiones. Nos amamos. Más. Y nunca menos. Cada día crece, desde el primer día del primer año. El año donde empezó todo. Donde apostamos y arriesgamos. El año en el que ganamos el mejor regalo de todos. Nuestro amor. Y no sólo seguimos disfrutando de él, si no que cada día, lo mejoramos para que nos dure toda una vida. Nuestra ansiada, soñada y deseada vida juntos.

BODA.

El mundo está lleno de personas. Cuando los caminos de dos de esas personas se cruzan, puede suceder algo mágico. Algo llamado amor y que no todos tienen la suerte de sentirlo. El amor es cosa de dos. Compartirlo y recibirlo. Sin ser egoístas. El amor no puede serlo. Va en contra de todos sus principios. Unos principios que cada pareja va descubriendo. Ya que como sabemos, no hay manuales. Sí que hay consejos y errores de los que aprender, pero nadie sabe mejor que los propios enamorados qué cosas son las fundamentales para que cada día, ese amor siga creciendo. Y crece paso a paso. Poco a poco. Sin prisas. Con buena letra y es que esa pareja está escribiendo su historia. La mejor a ojos de ellos. Bonita a los de los demás y única a los de todos. Esa historia puede durar toda una vida. Como lo vuestra, Inma y Fernando, que con esta boda, sólo habéis escrito un capítulo más de una preciosa historia a la que le quedan muchas hojas que rellenar. Cuidadla. Sonreír al recordar todo lo maravilloso que os ha aportado. Aprender de las faltas de ortografía que podáis cometer para ir perfeccionando. No os olvidéis de incluir a nuevos personajes llamados hijos y nunca permitáis que en algún capítulo no aparezca, al menos una vez, que os amáis incluso aún más que en el primero.

YO MÁS.

-¿Sabes que eres lo mejor del mundo mundial?
- No, cariño, no. Eso lo eres tú.
-Pues no, tú eres el mejor.
-No, la mejor eres tú.
-¡Qué no!
-Te quiero.
-Yo más.
-No
-Si
-No
-Si
-No
-Jo, ¡qué si! Que yo te quiero más, mucho más.
-Cabezota
-Lo sé, pero yo te quiero más.
-Te amo mi vida.
-Te amo, te amo muchísimo muchísimo muchísimo.
-Muaaack
-Muaaack
-Muaaack
-Muaaack
-Ais.. te quiero mucho.
- Y yo cariño, me encataría estar contigo y besarte...
-¿Sólo besarme?
- Bueno, ya veríamos...
-Te amo
-Te amo. ¿Me prometes una cosa?
-Dime amor.
-Prometeme que siempre serás mío.
-Claro que sí. Tú siempre serás mi niña. Porque eres mi niña ¿sabes?
- ¿Ah sí?
- Sí, y te quiero muchísimo.
- Te amo
- Te amo
-Pero yo más..
- Ilusa
-Tú mas.

MAYO.

Hoy, doce de mayo, hace ciento noventa días que te cruzaste en mi vida. Ciento noventa maravillosos días donde los sentimientos iban creciendo a un ritmo aún más rápido que el prestísimo de cualquier metrónomo. Y lo seguirán haciendo durante miles de días más. Hoy te quiero dar las gracias por todas y cada una de las cosas que has hecho por mí. No podré porque son muchas y tendría que hacer cada día una lista diferente pero lo intentaré. Gracias por todo lo que haces por mi, por todo lo que me das, por todo lo que me dices, por lo bien que me haces sentir, por dedicarme tanto tiempo, por no enfadarte conmigo cuando te despierto. Gracias por estar SIEMPRE ahí como nadie lo había estado nunca. Gracias por aguantarme mis tonterias que no son pocas. Gracias por enseñarme tantas cosas. Gracias por no dejar que todo esto sea sólo una ilusión. Gracias por todos esos regalos que guardo como tesoros. Gracias por tus palabras cuando más las necesito. Gracias por ayudarme a crecer como persona. Gracias por los consejos. Gracias por tu ayuda desinteresada. Gracias por confiar en mi. Gracias por tus risas, que me hacen tan feliz. Gracias por hacerme feliz. Y te diré gracias toda mi vida, en todos los idiomas que sepa. Gracies. Thanks. Merci. Grazie. Porque durante nuestra vida. La tuya y la mía. Habrá millones de razones para decirtelo. Pero por encima de todo, siempre te daré las gracias por demostrarme que me amas casi tanto como yo a ti.

Valoración del minitexto