viernes, 27 de febrero de 2009

ALMA.

Estabamos paseando por el centro de la ciudad. El tiempo era ideal. No hacia calor pero si el suficiente como para llevar una falda sin nada que cubriese mis piernas. Te gusta mucho esa falda. Y al parecer, al señor que acaba de pasar por mi lado también. Se nota que no te has dado cuenta de que un hombre acaba de mirar con deseo mis piernas. Estas sonriendo. Te beso de repente porque sé que si lo hubieses visto, igualmente lo hubiese hecho. Cuando te beso así, de improvisto, es cuando más me gusta. Aunque todos los besos contigo me gustan. Esa tarde y despues de muchos te quiero, me preguntaste que si vendería mi alma por ti. Me sorprendió la pregunta, la verdad. En el alma es donde estan los sentimientos. El amor. No sabía que contestar. Nunca había dado importancia a ese tema. Tu me viste indecisa y contestaste a la pregunta que te haría yo poco despues. Nuestra telepatía. O tal vez intuición. Me diste un papel. Me rei al verlo y tu me acompañaste. En él ponía que tu alma la heredaría yo. ¿Las razones? Que todo el amor que hay en ella tenía mi nombre.

1 comentario:

Valoración del minitexto