jueves, 26 de febrero de 2009

FAROLA.

Junto a la farola que acordamos, estabas tú. Con un sueter rojo, simple e informal; Un pantalón vaquero oscuro con cuatro bolsillos y unas zapatillas blancas con alguna raya en rojo. Por unos momentos me quedé pensando, estaba nerviosa y aún no habías dirigido la mirada hacía donde estaba yo. Sigilosa y mirando al reloj, me acerqué. Te miré a los ojos con cierta timideza y mis labios pronunciaron un "hola" aún más tímido. Todos los días soñaba con esa escena y ahora no podia hacer nada más que saludarte.. Tú todavía no me habías dicho nada y un cúmulo de sentimientos se apoderaron de mí: alivio, preocupación, felicidad, deseo, inseguridad, ilusión.. Sin dejar de mirarme, me diste un beso. Un espectacular beso que fue el comienzo de una tarde mágica. Después de tanto tiempo esperándolo, por fín te dije te quiero una y mil veces, mirándote a los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Valoración del minitexto