lunes, 30 de marzo de 2009

MODA.

Hoy toca limpieza general. No es algo que me apasione como darte un beso o caminar por el centro de la ciudad cogidos de la mano pero, hay que hacerlo. Además, tiene algo bueno, y es que lo hago contigo. Nos distribuimos las habitaciones y dejamos la nuestra para el final, para limpiarla juntos y dejar surgir lo que pasará luego. Con el plumero en mano y un CD en marcha, empezamos otro sábado más. En cada cambio de habitación aprovecho para darte un dulce y apresurado beso y así recordarte sin palabras, que te amo. De fondo, me escuchas cantar las canciones. En algunas me acompañas, en otras te quedas callado y pensando en lo mucho que me quieres. Yo hago lo mismo, y es que cada vez que haces algo, por insignificante que sea, me siento muy afortunada de que lo compartas conmigo. Y al fin, nos encontramos en nuestra habitación. Con prisa por terminar, para poder seguir escribiendo otro de los miles de capítulos mano a mano. Mientras limpio, curioseo entre rincones con cosas de hace mucho. Son cosas nuestras. Del principio. Regalos, cartas y cartulina formando corazones. Puede parecer que estén pasadas de moda, pero nuestro amor nunca se pasará y ahí se refleja. Las miramos melancólicos y alegres, recordando tiempos pasados, donde nos queríamos menos pero por la simple razón de que cada día nos queremos más. Las guardamos con cuidado, terminamos de limpiar y dejamos que la mañana continúe bajo el agua, para después desayunarnos y seguir amándonos hagamos lo que hagamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Valoración del minitexto