ni tampoco la solución.
Si no eres título
ni capítulo
ni punto final.
Si estás a mi lado
y es como si no lo estuvieras.
Si cantas por las mañanas
y te confundo con cigüeñas.
Si me hablas
y no te escucho.
Si te hablo,
y no me escuchas.
Si nuestros relojes
van a ritmos diferentes.
Si tu conflicto no es el mismo
que el mío,
entonces,
cariño,
el conflicto somos
nosotros
mismos.
Besos!
ResponderEliminarEs la primera reseña que veo, y aunque me llamaba la atención, quizá no creo que me guste demasiado...
¡Besos!